26 de septiembre de 2017

¡Enhorabuena, campeones!

Hace unos días conocimos que nuestro equipo de fútbol sala favorito, el Besolla F.C., ha sido el ganador de la Liga de Verano de Herencia. 


Nos hace mucha ilusión verles posar en la foto de campeones con la equipación que nuestra clínica patrocinó el año pasado.

¡Enhorabuena y a seguir cosechando triunfos!
Podéis ver más detalles en la noticia de herencia.net. La imagen es suya también!

13 de septiembre de 2017

Sigue sus pasos en la vuelta al cole



Muchas familias están ya preparando la vuelta al cole de los niños. Aunque durante algunas semanas se seguirá utilizando el calzado y la ropa de verano, lo cierto es que muy pronto tendremos que comprar los zapatos que acompañarán a los pequeños durante muchas, muchas horas.


Mi consejo principal es que le prestéis mucha atención a esta tarea, que se los probéis con calma para aseguraros de que van a estar verdaderamente cómodos. Lo ideal es que puedan alternar al menos dos tipos de calzado distinto: un deportivo para las clases de gimnasia y los días de más actividad física, y un buen zapato para evitar que el pie se ensanche con el uso diario de las deportivas. Mucho ojo, recordad también, con utilizar para el día a día calzado pensado para un uso totalmente puntual, como las deportivas con ruedines que tanto revuelo causaron el año pasado, al igual que otro calzado como, por ejemplo, las botas de fútbol sala.

Mucha atención también a la talla. Lo comentábamos hace algunos meses en un seminario de podología infantil. El calzado se queda pequeño con facilidad y hay que asegurarse de que el pie va cómodo. A la hora de comprarlo, en los niños mayores, en los que crece el pie a menor ritmo, conviene asegurarse de que podemos meter un dedo entre la parte trasera del pie y el talón del zapato. En los niños más pequeños aconsejamos dejar un margen de un centímetro y medio, puesto que el pie crece muy rápido. Además, es necesario que el pie tenga un cierto espacio, que exige el mismo gesto de caminar. Ahora os lo detallo.

Otro consejo que damos con frecuencia es que se evite que los hermanos pequeños hereden calzado de los mayores, para que no adquieran gestos particulares de la marcha, condicionados por el desgaste del mayor. Siendo realistas, y en tiempos todavía difíciles para muchos, me conformo con que comprueben que el calzado está en buen estado, y que no tiene ninguna deformidad que pueda alterar la marcha del “heredero”.

Hay algunas marcas que trabajan el calzado infantil especialmente, que no necesariamente son las que más invierten en publicidad. Si alguien tiene interés especial en conocer mis preferencias, preguntadme por Facebook o a través del correo electrónico y os cuento mi experiencia como padre y podólogo sin ningún problema.

Si los padres observan alguna alteración al caminar, si el niño se queja con frecuencia o se cae demasiado es importante realizar un estudio de la marcha para detectar posibles alteraciones y establecer, si fuera necesario, un tratamiento que le ayude a caminar con más estabilidad y comodidad. Este es un buen momento para ello y, si fuera el caso, es importante confeccionar las plantillas antes de comprar el calzado nuevo, para probarlo con ellas antes de comprar el calzado y asegurarnos de que la adaptación va a ser lo más fácil posible.

Como no quiero dejarme nada en el tintero, y mis compañeros de la Comunidad Valenciana ya han pensado en ello, aquí os dejo el decálogo que han preparado para que todos podáis tenerlos en cuenta a la hora de comprar unos zapatos, como bien dicen, pensando en la salud de los pies de los más pequeños. Estos son sus diez consejos, que comparto por completo:

1. Deben estar elaborados en materiales naturales y flexibles, que ayuden a la transpiración y a la vez permitan libertad de movimiento.

2. Deben ser ligeros y carecer de costuras internas que puedan provocar roces. Es fundamental que presenten un buen acabado interior porque de esta forma no causarán molestias al caminar.

3. Es aconsejable que presenten algún elemento de sujeción como cordones, hebillas, velcros, etc., que impidan el movimiento excesivo del zapato durante la marcha, así como el deslizamiento del pie hacia delante. En el caso de que lleven lengüeta, como las deportivas, ésta debe ser suave y almohadillada para distribuir de modo uniforme la presión sobre el empeine.

4. El eje longitudinal de la suela del zapato, la horma, debe ser lo más recto posible.

5. No es aconsejable el uso de botas de caña alta en los niños. Es preferible el empleo de medias cañas ya que facilitan la movilidad del tobillo.

6. Para evitar rozaduras y problemas en el tendón de Aquiles, el talón debe esta reforzado y la caña del zapato estar acolchada.

7. La altura del tacón no debe pasar los 3-4 cm.

8. La suela debe ser flexible a la vez que indeformable y antideslizante.

9. La puntera debe ser ancha y alta de forma que se evite que los dedos queden encogidos dentro del calzado. La longitud del zapato debe ser aproximadamente de 1 a 1,5 cm. superior a la longitud real del pie, para permitir el deslizamiento y expansión que sufre el pie al andar y cargar el peso corporal, así como para respetar su normal crecimiento, evitándose de este modo alteraciones indeseables en el pie del niño.

10. No deben llevar ningún tipo de pieza estándar (prolongaciones de tacones, arcos, cuñas, etc.), salvo que así se haya prescrito por el profesional correspondiente. El uso de calzado incorrecto en la edad infantil puede originar deformidades digitales, alteraciones ungueales o, incluso alteraciones, de la marcha.


Con todo esto, os deseo una vuelta al cole ¡feliz y saludable! Y ya sabéis, ante cualquier duda, consultad a vuestro podólogo. ¡Estoy a vuestra disposición!